lunes, 28 de abril de 2008

SEGUNDO TEXTO ANALIZADO



EDUCACIÓN Y VALORES

AUTOR: MARÍA PATRICIA VEGA LOPEZ
PROFESORA DE LENGUAJE Y COMUNICACIÓN
COLEGIO REPÚBLICA ARGENTINA / RANCAGUA



La Educación y los Valores Ensayo preparado dentro de mi Magíster que estoy realizando.


María Patricia Vega López Docente RMM Rancagua


RESUMEN EJECUTIVO

Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor,ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador;todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burroque un gran profesor, no hay aplazaos ni escalafón,los inmorales nos han igualao...Qué falta de respeto, qué atropello a la razóncualquiera es un señor, cualquiera es un ladrónmezclao con Stavinsky va Don Bosco y la Mignon,Don Chicho y Napoleón, Carnera y San Martínigual que en la vidriera irrespetuosade los cambalaches se ha mezclao la viday heridas por un sable sin remachesves llorar la Biblia contra un calefón."
Tango Cambalache, Santos Discépolo

Y vaya que en el mundo de hoy los valores cada vez valen menos. Este tango es por sí mismo bastante gráfico, porque parece que los valores no importan mucho, hasta que alguien sin esos valores le atropella a uno, y entonces sí que duele.

El sistema educativo tiene entre sus finalidades proporcionar a los niños y jóvenes una formación que favorezca todos los aspectos de su desarrollo, y que no puede considerarse completa y de calidad si no incluye la conformación de un conjunto de valores que no siempre se adquieren de manera espontánea. La evolución reciente de los problemas básicos de convivencia ha ido generando la necesidad de que los ciudadanos adopten principios y desarrollen hábitos en ámbitos, hasta hace poco, ajenos a los contenidos escolares. Incursionar en el campo de la Educación y Los Valores supone encarar conflictos teóricos y prácticos que han preocupado a filósofos, pedagogos y psicólogos de todos los tiempos. El problema de los contenidos de la enseñanza es, sin duda, uno de ellos. Pero no es un problema que pueda plantearse aislado, al margen de debates respecto de la intencionalidad de la educación, de las utopías que se persiguen con su práctica o de las creencias y saberes que se vinculan con la manera de entender la adquisición del conocimiento y el desarrollo de las habilidades.

La intención de este ensayo se reduce a discutir solamente un viejo problema de la educación moral, intentando ofrecer una perspectiva nueva de análisis. Se trata de situar la discusión respecto de la neutralidad axiológica en la educación desde una mirada que considera el lugar que ocupa el conocimiento que se transmite, en el desarrollo de la personalidad moral.


Introducción

A pesar de que la familia se considera la primera responsable de la enseñanza de valores y normas en la sociedad, el centro escolar y en especial el grupo clase es uno de los núcleos de integración de valores. La interacción de los alumnos entre si y la relación profesor alumnos favorece la creación de valores y normas de grupo. La integración de valores relacionadas con la formación y la educación es sumamente importante dado que el grupo-clase es uno de los fundamentos del grupo escolar donde se inician, estabilizan y modifican los valores de los alumnos. El profesor es un elemento activador importante para incidir en la enseñanza aprendizaje de valores y normas. Todas las personas y en especial las que se sienten inseguras en los principios que iluminan o justifican su actuación necesitan y buscan un punto de referencia para aclarar sus dudas. Si el alumno está bien integrado en la familia, ésta puede realizar funciones de referencia y de comparación, pero de ningún modo suele ser suficiente: la necesidad de socialización y la tolerancia del grupo entre iguales, difícilmente podrá suplirlas la familia u otro grupo de adultos. En la práctica el grupo de amigos íntimos actuará de forma compensatorio y de modo especial, sobre temas personales e íntimos, generalmente poco tratados en el mundo de los mayores. El alumno, en especial a partir de la preadolescencia, tiene especial interés en conocerse a sí mismo, al mismo tiempo que los demás valoran sus intentos de búsqueda y de realización personal. La búsqueda de un margen de independencia individual, del valor de la amistad, del descubrimiento de las relaciones con compañeros del otro sexo, el rechazo a los valores tradicionales y la búsqueda de otros nuevos para mejorar y cambiar la sociedad, etc. son sólo una pequeña muestra de los múltiples intentos del largo camino ya iniciado. En dicho proceso es sumamente importante que los compañeros más íntimos valoren tanto las nuevas ideas como los hechos que le permitirán encontrar su futuro y vivir el presente. Difícilmente, por no decir imposible, el joven puede iniciar la realización personal en solitario, ni tan sólo con la ayuda de personas mayores; solamente un grupo similar a él puede valorar positivamente los fracasos y éxitos en la búsqueda de sí mismo. En esto se fundamenta la importancia de la educación en la transmisión de los valores a través de la Escuela.


DESARROLLO

Aún cuando el tema de los valores es considerado relativamente reciente en filosofía, los valores están presentes desde los inicios de la humanidad. Para el ser humano siempre han existido cosas valiosas: el bien, la verdad, la belleza, la felicidad, la virtud. Sin embargo, el criterio para darles valor ha variado a través de los tiempos. Se puede valorar de acuerdo con criterios estéticos, esquemas sociales, costumbres, principios éticos o, en otros términos, por el costo, la utilidad, el bienestar, el placer, el prestigio.

Los valores son producto de cambios y transformaciones a lo largo de la historia. Surgen con un especial significado y cambian o desaparecen en las distintas épocas. Por ejemplo, la virtud y la felicidad son valores; pero no podríamos enseñar a las personas del mundo actual a ser virtuosas según la concepción que tuvieron los griegos de la antigüedad. Es precisamente el significado social que se atribuye a los valores uno de los factores que influye para diferenciar los valores tradicionales, aquellos que guiaron a la sociedad en el pasado, generalmente referidos a costumbres culturales o principios religiosos, y los valores modernos, los que comparten las personas de la sociedad actual.

Este concepto abarca contenidos y significados diferentes y ha sido abordado desde diversas perspectivas y teorías. En sentido humanista, se entiende por valor lo que hace que un hombre sea tal, sin lo cual perdería la humanidad o parte de ella. El valor se refiere a una excelencia o a una perfección. Por ejemplo, se considera un valor decir la verdad y ser honesto; ser sincero en vez de ser falso; es más valioso trabajar que robar. La práctica del valor desarrolla la humanidad de la persona, mientras que el contravalor lo despoja de esa cualidad (Vásquez, 1999, p. 3). Desde un punto de vista socio-educativo, los valores son considerados referentes, pautas o abstracciones que orientan el comportamiento humano hacia la transformación social y la realización de la persona. Son guías que dan determinada orientación a la conducta y a la vida de cada individuo y de cada grupo social. ”Todo valor supone la existencia de una cosa o persona que lo posee y de un sujeto que lo aprecia o descubre, pero no es ni lo uno ni lo otro. Los valores no tienen existencia real sino adherida a los objetos que lo sostienen. Antes son meras posibilidades." (Prieto Figueroa, 1984, p. 186)

La visión subjetivista considera que los valores no son reales, no valen en sí mismos, sino que son las personas quienes les otorgan un determinado valor, dependiendo del agrado o desagrado que producen. Desde esta perspectiva, los valores son subjetivos, dependen de la impresión personal del ser humano. La escuela neokantiana afirma que el valor es, ante todo, una idea. Se diferencia lo que es valioso de lo que no lo es dependiendo de las ideas o conceptos generales que comparten las personas. Algunos autores indican que "los valores no son el producto de la razón " (Centro de Proyección Cristiana, 1986); no tienen su origen y su fundamento en lo que nos muestran los sentidos; por lo tanto, no son concretos, no se encuentran en el mundo sensible y objetivo. Es en el pensamiento y en la mente donde los valores se aprehenden, cobran forma y significado. La escuela fenomenológica, desde una perspectiva idealista, considera que los valores son ideales y objetivos; valen independientemente de las cosas y de las estimaciones de las personas. Así, aunque todos seamos injustos, la justicia sigue teniendo valor. En cambio, los realistas afirman que los valores son reales; valores y bienes son una misma cosa. Todos los seres tienen su propio valor. En síntesis, las diversas posturas conducen a inferir dos teorías básicas acerca de los valores dependiendo de la postura del objetivismo o del subjetivismo axiológico. La humanidad ha adoptado criterios a partir de los cuales se establece la categoría o la jerarquía de los valores. Algunos de esos criterios son:

(a) Durabilidad: los valores se reflejan en el curso de la vida. Hay valores que son más permanentes en el tiempo que otros. Por ejemplo, el valor del placer es más fugaz que el de la verdad.

(b) Integralidad: cada valor es una abstracción íntegra en sí mismo, no es divisible.

(c) Flexibilidad: los valores cambian con las necesidades y experiencias de las personas.

(d) Satisfacción: los valores generan satisfacción en las personas que los practican.

(e) Polaridad: todo valor se presenta en sentido positivo y negativo; todo valor conlleva un contravalor.

(f) Jerarquía: hay valores que son considerados superiores (dignidad, libertad) y otros como inferiores (los relacionados con las necesidades básicas o vitales). Las jerarquías de valores no son rígidas ni predeterminadas; se van construyendo progresivamente a lo largo de la vida de cada persona.

(g) Trascendencia: los valores trascienden el plano concreto; dan sentido y significado a la vida humana y a la sociedad.

(h) Dinamismo: los valores se transforman con las épocas.

(i) Aplicabilidad: los valores se aplican en las diversas situaciones de la vida; entrañan acciones prácticas que reflejan los principios valorativos de la persona.

(j) Complejidad: los valores obedecen a causas diversas, requieren complicados juicios y decisiones. (Ibáñez, 1976)

Los valores son la columna vertebral de una convivencia sana entre seres humanos. Pero esa columna vertebral se construye con nuestros valores individuales, con nuestros valores familiares, incluso con nuestros valores regionales y nacionales, pero todo comienza con la persona. Solamente podemos esperar un cambio real en nuestras sociedades si con seriedad nos preguntamos ¿Cómo andan mis propios valores? ¿Soy confiable? ¿Soy leal? ¿Soy generoso? Pero no solo eso, también debemos hacer un ejercicio y cuestionarnos ¿Cómo afectamos a los demás cuando no vivimos con valores?

Todo hombre, para ser bueno, o para mantenerse en el bien, necesita ayuda para hacer rendir esos talentos latentes que encierra. Es cierto que al final es siempre la propia libertad quien tiene la última palabra, pero sería bastante ingenuo minusvalorar la influencia enorme que tiene la formación. Por eso, educar bien a los hijos en la familia, a los alumnos en la escuela o la universidad, o cualquier otra tarea relacionada con la formación de las nuevas generaciones debería considerarse como uno de los empeños de más trascendencia y responsabilidad en cualquier sociedad que realmente piense en su futuro.

Pocos negarían que haya en la actualidad muchísimos niños en las escuelas que no aprenden tan bien como deberían hacerlo simplemente porque no tienen una idea muy clara del objeto de su existencia ni están muy seguros de que vale la pena el esfuerzo por aprender. La tarea de educar y con ello, la de educar en los valores, no queda circunscrita al ámbito escolar. Familia y sociedad son espacios sociales fuertemente comprometidos en esta responsabilidad.

Hay una primera concesión de esta amplia responsabilidad que afecta a la persona del educador. Si el educador en la escuela ha de contribuir a que el hombre se descubra a sí mismo, descubra el mundo y su profundo significado, no es indiferente el concepto de hombre y de mundo que tenga. Y más que el concepto, más que la visión intelectual, importa su actitud valorativa de los demás hombres y de su inserción en el mundo; lo que él sea y el modo, incluso, de auto conocerse, constituyen la aportación fundamental al proceso de autorrealización del alumno. Pero la educación no se reduce a la realización profesor-alumno.

En el marco de la escuela como institución se da una interacción constante entre la estructura, la organización y la metodología didáctica. Estos conllevan a juicios de valor y convierten a estos medios en vehículos decisivos de esquemas de valoración y de adhesión a determinados valores. Toda la acción educadora se encamina a provocar un proceso que viene marcado por acciones tales como optar, preferir y adherirse a un sistema de valores. La libertad —la educación de la libertad— constituye el hilo conductor. Al educador se le plantea de nuevo responsabilidades insoslayables ante la vivencia de los valores desde el "nosotros".

Crear un orden de valores que permita reconocer el rostro del hombre es una importante propuesta de "humanidad" que exige de la acción educativa un serio compromiso con la historia que también nosotros, educadores, construimos. La importancia de la educación de los valores plantea la urgencia de encontrar medios adecuados para llevar adelante este objetivo fundamental del quehacer educativo, el proceso por el que un fenómeno o valor va integrándose progresiva y definitivamente en la vida del individuo.

La Ley Orgánica Constitucional de la Enseñanza (LOCE) explicita que “la Educación debe orientarse, entre otras finalidades, a la formación del carácter en términos de actitudes y valores, preparar a los alumnos y alumnas para insertarse, adaptarse y contribuir a los cambios significativos e importantes en la sociedad.” (Aldea, 1999)

Los Objetivos Fundamentales Transversales, propuestos por la actual Reforma Educacional, hacen referencia a las finalidades generales de la educación, a los conocimientos, habilidades, actitudes, valores y comportamientos que se espera que los estudiantes desarrollen en el plano personal, intelectual, moral y social. Para cumplir el objetivo es necesario tener formadores en educación en valores, es decir, dar a los docentes los recursos necesarios para atender el desarrollo moral de los educandos. La educación requiere el compromiso moral de sus actores, los profesores. El sistema educativo, cualquiera sea su realidad está sometido constantemente a múltiples estímulos externos, alejados en muchos casos de lo que espera la educación, formar una persona que sea capaz de dirigir su propia vida, basada en la internalización de ciertos valores mínimos, como la libertad, justicia, solidaridad, tolerancia, respeto, que le permitan actuar de manera autónoma e insertarse positivamente en la sociedad. Un modelo de educación en valores mínimos permite desarrollar las dimensiones de los educandos, haciendo posible que éstos puedan vivir en sociedades donde existen las opciones de máximos valóricos. Los valores son una realidad personal. Cada alumno y alumna debe reflexionar y discernir aquellos valores que desea hacer propios, mediante un proceso eminentemente personal por lo que se requiere una educación donde el profesorado adquiera un compromiso social y ético, que colabore con los alumnos y alumnas para facilitarles el desarrollo y formación de capacidades que intervienen en el juicio y acción moral, facilitando la formación de actitudes, integración, aplicación y valoración crítica de las normas que rigen en una sociedad. Un profesorado que cambie su rol de docente instructor y transmisor de conocimientos, por el fomento y la construcción de valores en sus alumnos y alumnas. La educación de una persona debe tratar todos los aspectos y dimensiones que conforman al ser humano, de manera integral, por tanto, los valores forman parte de la educación. La escuela es un agente socializador y reproductor de valores presentes en las sociedades y que debe destinar un espacio para la educación en valores (Lucini, 1997) . Los valores deben estar definidos en el PEI (Proyecto Educativo Institucional), con los cuales la institución se identifica y plantea desarrollarlos. Más concretamente los valores se hacen presentes en el aula mediante los temas transversales, estos temas transversales van a responder a realidades o necesidades que tienen una muy especial relevancia para la vida de las personas y la construcción de la sociedad, los temas transversales es una propuesta curricular concreta. En el diseño curricular, la educación en valores se encuentra en los objetivos de enseñanza generales, “esta educación es abierta y flexible” (Cornejo, 1996), es abierta porque cada profesor la define. Los valores también se muestran en los contenidos actitudinales por ello se encuentran en cada sesión de aprendizaje de cada subsector. Los temas transversales entran de lleno en la educación en valores, hablar de temas transversales es hablar de valores que van a responder a problemas en el ámbito social y que requieren de una respuesta educativa. Los responsables de las instituciones educativas, los docentes, no pueden sino ejercer la crítica abierta y sincera sobre ellos mismos y las instituciones de las que forman parte y este es un proceso compartido y participativo: creamos nuevo conocimiento incorporando la valiosa información que aportan los valores que vivimos dentro de nuestras instituciones: valores de los alumnos, de los profesores, de los grupos de trabajo, valores institucionales y organizativos. El alumno puede salir entrenado para ejercer la crítica con fundamento y para optar libre y responsablemente por aquellos valores que son los puntales de un desarrollo personal integrado y comprometido.
En la práctica tengo que agregar que el trabajo en grupos heterogéneos a través del aprendizaje dialógico, colaborativo y cooperativo (Enseñanza Recíproca) me ha permitido fomentar una interacción entre los alumnos que se refleja en una mayor solidaridad y compromiso para con sí mismo y con sus pares en el aprendizaje y en el cultivo de valores.
Lo fundamental ha sido profundizar en el enfoque actitudinal y valórico del proceso de aprendizaje constructivista que es clave para la formación de las personas. Tengo un refugio: el lado humano de mi profesión. Estoy convencida que “la profesión de maestro es un ejercicio de valoración humana, de ternura y comprensión.”(Chamorro, 1997) Allí encuentro una razón fundamental de nuestro trabajo, en un mundo que cada vez reconoce menos nuestra tarea silenciosa. Probablemente esa sea la mejor forma de darle cara al futuro con nuestras propias y mejores armas.

CONCLUSIONES
La educación en valores es una instancia de reflexión, de crecimiento personal que facilita la incorporación de alumnos y alumnas, inicialmente, a un sistema educativo que les permita desarrollarse en un plano de equidad y, posteriormente, a una sociedad donde puedan realizarse como personas, únicas y responsables de su propia vida. Es sencillamente educar moralmente porque los valores enseñan al individuo a comportarse como persona, a establecer jerarquías entre las cosas, a través de ellos llegan a la convicción de que algo importa o no importa, tiene por objetivo lograr nuevas formas de entender la vida, de construir la historia personal y colectiva, también se promueve el respeto a todos los valores y opciones. Educar en valores es también educar al alumnado para que se oriente y sepa el valor real de las cosas; que crean que la vida tiene un sentido y que reconozcan y respeten la dignidad de todos los seres. Los valores pueden ser realizados, descubiertos e incorporados por el ser humano, en ello reside su importancia pedagógica, esta incorporación, realización, descubrimiento son tres pilares básicos de toda tarea educativa; por esto se necesita la participación de toda la comunidad educativa en forma coherente y efectiva. Educar en valores es un trabajo sistemático a través del cual y mediante actuaciones y prácticas en nuestra escuela se pueden desarrollar aquellos valores que están explícitos en nuestra constitución como base para cualquier tipo de educación en valores. Una vez que los alumnos interioricen los valores, éstos se convierten en guías y pautas de conducta, son asimilados libremente, permiten definir los objetivos de vida que tenemos y ayuda a aceptarnos y estimarnos como somos.
El hombre no se desarrolla sin su entorno. En el compromiso con la mejora y potenciación de los grupos y de las organizaciones de las que formamos parte, está comprometido nuestro propio desarrollo. Recordamos aquí a José Antonio Marina quien, en uno de sus últimos trabajos sobre la inteligencia, nos habla de la inteligencia compartida: “nuestra inteligencia personal se potencia, avanza, cuando formamos parte del grupo inteligente”. Potenciar los grupos a partir del trabajo complementario en colaboración es hacerlos más eficaces, aumentando su sinergia interna y su proyección futura. (Marina, 1995)

BIBLIOGRAFÍA

Aldea López, Eliana1999, Estrategias Educativas para trabajar en Valores.

Centro de Proyección Cristiana. Primera edición1986. Educación en Valores. Lima,
Chamorro, Fernando.1997. Educación en Valores como sustento de la Democracia. . Informe sobre Desarrollo Humano. Ediciones Mundi-Prensa, Madrid.

Cornejo, Miguel Ángel, 1996 CÓMO EDUCAR EN VALORES: MATERIALES, TEXTOS, RECURSOS Y TÉCNICAS Madrid, Narcea Sociedad Anónima de Ediciones. Tercera edición

Ibáñez R, marín. (1976). Valores, objetivos y actitudes en educación. Valladolid: Miñón.

Lucini, Fernando, 1997 La educación de valores y virtudes en la escuela: teoría y práctica, México D. F. Editorial Trillas. Segunda edición.

Marina, José Antonio. 1995. Teoría de la inteligencia creadora.

Prieto Figueroa, L. B. (1984). Principios generales de la educación. Caracas: Monte Ávila.

Vásquez, E. (1999). Reflexiones sobre el valor (I). Suplemento Cultural de Últimas Noticias.

VARIOS AUTORES. INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN 1998 México D. F, Editorial Trillas. Tercera reimpresión edición
Web:

ANÁLISIS DEL TEXTO

En este texto se habla de la importancia de los valores dentro de la educación, del protagonismo que deben adquirir los docentes para guiar a los alumnos en la búsqueda y afianzamiento de los valores , ya que, [1]“El amor a la profesión, la responsabilidad, la honestidad constituyen valores esenciales reguladores de la actuación de un profesional competente” . Los valores han existido siempre, claro está, que a través de tiempo estos han ido cambiando y han sufrido transformaciones y según eso hay que amoldarse a la forma de enseñar, no es lo mismo haber enseñado lo que es el valor de la virtud en la antigüedad que en el tiempo actual, lo que nos lleva a atribuir que los valores tienen una gran influencia social. Los valores son el pilar de nuestra existencia y son fundamentales para tener una convivencia buena entre los seres humanos, seguir cierto orden, sino, la convivencia entre personas sería un caos.

Según el texto el valor, según la visión humanista, es lo que nos hace ser humanos, es una pauta, un molde para seguir en nuestro comportamiento como ser humano, lo que nos va a llevar a realizarnos como personas, tanto individualmente como en sociedad; se refiere también a una perfección, a la parte positiva de nosotros, a las cualidades que poseemos y desarrollamos a lo largo de nuestra existencia. Saber distinguir entre lo bueno y lo malo, ya que los valores están dirigidos a las buenas acciones, pensamientos, comportamientos, etc.

A los valores nosotros les damos el grado de importancia, o sea, según la interpretación que nosotros les demos. Es cierto que nos regimos por ciertos canones, pero no hay persona igual a otra, no pensamos igual y no hemos sido criados de la misma forma, por lo que se podría decir que esta sería una visión subjetiva de lo que es valor, por lo que los valores no son concretos, no son producto de la razón, sino que de el pensamiento, en donde se toman, se les da un significado y se amoldan a la realidad de cada uno, o del entorno en el cual uno se desenvuelve.

Por todo lo que involucra los valores, es que la tarea del docente es muy importante, ya que a parte de enseñar conocimientos teóricos, debe guiar, formar al alumno para seguir por un buen camino, enseñarle a través de los valores, ayudarlo a que haga florecer esos valores y reforzarlos, aunque, finalmente el que decide como actuar en la vida es el alumno; para que el docente pueda cumplir su objetivo, debe tener el apoyo de la familia del educando, tratar que lo que se le enseña en el hogar(valores, amor, respeto, etc.) sea lo mismo que se enseña en el colegio, y si no es así reforzar, para que no se desvíe. Es por eso que el docente tiene una gran responsabilidad si es que incluye en su enseñanza la formación valórica de los alumnos y contribuye al descubrimiento del mundo interno y externo del alumno, así el tendrá su propia percepción y podrá decidir según la formación dada. Por todo lo expuesto en el texto, es que la Educación de los valores es muy importante a nivel escolar, ya que, “La educación es el medio por el cual se recibe la preparación para responder a las necesidades de desarrollo del individuo, de su familia, de su comunidad y de su país[2]”. La Escuela como institución de Educación también tiene un rol fundamental, ya que es un agente socializador y debe facilitar los espacios tanto de tiempo como físicos para la enseñanza de los valores.

Es por eso que la LOCE dice que la educación debe orientarse a la formación del carácter del alumno, en lo que se refiere a la actitud y valores del educando, entre otras cosas. Lo anterior es para que el educando logre insertarse en sociedad, adaptarse y contribuir a ésta de una forma positiva. Para que se logre esto, debe cambiar el rol del profesor y darle a estos las herramientas o recursos que necesiten para poder atender a los alumnos en el plano del desarrollo moral, ya que la educación de una persona debe abarcar a todos los aspectos del ser humano, no solamente lo intelectual, por lo cual la educación en valores debe estar en el diseño curricular y en el Proyecto Educativo Institucional a través de los temas transversales que se desarrollan en la sala de clases y a través de institución de Educación, porque, “La educación es la preparación a la vida completa”[3]. Por otro lado el profesor debe comprometerse realmente y colaborar para facilitar a los educandos su desarrollo como personas libres, pero teniendo de base la educación en valores.


APORTES PERSONALES

Puedo concluir que el profesor debe enseñar los ítems que están estipulados en el programa, pero además preocuparse del desarrollo como personas de sus alumnos, darles apoyo y ayudarlos a descubrirse interiormente y el entorno en el cual están insertos. Ser un guía, en el sentido de dar un buen ejemplo a seguir. Profundizar en el tema de los valores, para que así, cuando deban decidir el hacer o no hacer algo, se inclinen por lo correcto. Dejarle claro a los alumnos la diferencia entre lo malo y lo bueno y las consecuencias que van a tener sus decisiones en la vida, que pueden no solo afectarlos a ellos, sino también al entorno en el cual se desenvuelven.

Cuando yo sea profesora, voy a tomar el compromiso de educar, pero en todo lo que significa la palabra, tratando de contribuir a que mis alumnos sean un bien para la sociedad, ayudar a definir en conjunto lo que son los valores y lo que significa que una persona tenga valores y que se guíe en base a ellos, que sepan elegir muy bien el camino que quieren seguir en la vida, que lo hagan en completa libertad, [4]“¡Qué noble tarea de la educación la de suscitar en cada persona, según sus tradiciones y sus convicciones y con pleno respeto del pluralismo, esta elevación del pensamiento y el espíritu hasta lo universal y a una cierta superación de sí mismo! La supervivencia de la humanidad, pero tomando en cuenta la educación en valores que se les ha inculcado, para que así no vayan a tomar un camino errado, que les traiga consecuencias desfavorables y que los perjudique tanto a ellos como a su entorno social” Sólo las personas que han recibido educación son libres[5]. Ayudarlos a encontrarse con ellos mismos, para que sepan sus cualidades y defectos, y en base a eso encontrar la mejor manera de llegar a desarrollarse como personas, en sociedad, familia, e individualmente, y como fin SER UNA PERSONA FELIZ.



[1] Revista Cubana de Educación, Dra. Viviana González Maura. http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0864-21412000000100010&script=sci_arttext&tlng=es

[2] Dr. Edgard Lopez Bertrand Jr. http://www.laprensagrafica.com/lpgblogs/cristiano/?p=47.

3 TURGOT, Anne Robert - http://www.misfrases.com/blog/el-principio-de-la-educacion-es-predicar-con-el-ejemplo

[4] Informe de la comisión “La Educación Encierra un Tesoro, UNESCO

AUTOEVALUACIÓN

RUBRICAS/PUNTOS

1 Presento un texto que trata los temas desde una perspectiva educativa y es de mucho interés. (esto por que todos mis compañeros y compañeras están invitados a leer mis textos y comentarios). 5 puntos

2 Presento un texto que tiene una extensión mínima de al menos el equivalente en Word a 3 hojas de oficio. (el máximo no está regulado). 5 puntos

3 La presentación la he realizado de tal manera que sea de fácil lectura (respecto al color, tamaño y diseño de la letra) y se puede distinguir con claridad, en la presentación, el texto de mi análisis. 5 puntos

4 Le he incorporado al texto algunos gráficos o dibujos o fotografías alusivas al tema tratado, pues considero que esto invita a una lectura más amena y denota más interés por parte del o la autora del blog (y he incorporado mi propia fotografía). 3 puntos

5 Inicio mi análisis planteando como yo entiendo lo desarrollado por el autor (parafraseo).
5 puntos

6 Durante el análisis planteo con claridad mis planteamientos, críticas, puntos concordantes o discordantes con el autor/a. 5 puntos

7 Durante el análisis utilizo frecuentemente el recurso “citas de otros autores” para reforzar lo que he planteado yo, o algún punto que considero importante tratado por el autor del texto.
5 puntos

8 Las citas que utilizo son de diversas fuentes, tales como, otros autores buscados por mi, autores o ideas tratadas en clases, citas de presentaciones o disertaciones de mis compañeros, citas de artículos anteriores, etc. 5 puntos

9 Realizo en mi análisis aplicaciones o referencias a nuestra realidad educativa si es un texto extranjero, o a realidades educativas que yo he vivenciado para explicar con un sentido contextual el texto presentado. 4 puntos

10 En el último punto del análisis presento una síntesis de lo que he querido expresar, a modo de conclusión. 4 puntos

Suma parcial de puntos de cada columna: 47
Mi suma total de puntos, según la suma parcial anterior, es de 47 puntos
La nota de mi autoevaluación es: 6.6




















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