AUTOR: JOSÉ JOAQUIN BRUNNER
Abundan en nuestro medio estudios que describen y analizan el funcionamien

Recientemente, además, los diversos actores del sistema --profesores, estudiantes, padres y representantes de los sostenedores, facultades de educación, rectores de instituciones de educación superior, partidos políticos y parlamentarios-- dieron a conocer sus visiones sobre el estado actual de la educación chilena y propusieron un conjunto de cambios a la institucionalidad del sistema escolar (Consejo, 2006). Sobre la base de estas propuestas, el Gobierno, los partidos de la Concertación y de la Oposición representados en el Congreso Nacional, y sus cuadros técnicos, acordaron una serie de iniciativas legislativas para modernizar el marco institucional de la educación y regular de mejor forma su provisión.
Frente a este despliegue de estudios, interpretaciones y propuestas, se echaba de menos conocer la percepción y las opiniones de la sociedad civil sobre el desenvolvimiento de la educación en el presente y sobre sus perspectivas futuras1. ¿Qué piensa, en efecto, la ciudadanía sobre la educación que se ofrece a través del sistema escolar? ¿Percibe hoy la existencia de más o menos oportunidades para estudiar que antes? La educación, ¿mejora, se mantiene igual o empeora? ¿Cuáles son sus principales problemas? ¿Prepara ella a las personas para el trabajo? Para emplearse, ¿es más importante tener un buen nivel educacional o contar con los contactos adecuados? ¿Los niveles educacionales tienen algo que ver con la pobreza? ¿Invierte el país lo suficiente en educación? ¿Es eficaz la acción del gobierno en este sector?
Profesor-investigador de la UDP y Director de su Centro de Estudios Comparados en Políticas y Sistemas Educacionales 1 El último estudio de opinión pública sobre estos asuntos data de junio/julio del año 2006 (CEP, 2006)
La presente encuesta de la Universidad Diego Portales responde a estas preguntas y ofrece un interesante panorama de la forma como los chilenos --mujeres y hombres mayores de 18 años-- experimentan en su vida cotidiana el fenómeno social de la educación.
Oportunidades para estudiar y trabajar
De entrada, puede observarse que las personas evalúan positivamente el hecho de que el país genera hoy una amplia plataforma de oportunidades para acceder a la educación. Es bien sabido que la cobertura escolar y de educación superior ha aumentado significativamente a lo largo de las últimas décadas (Mideplan, 2007). Esto es percibido también por la población, que en una alta proporción considera que la educación es uno de los sectores donde hay una mayor disponibilidad de oportunidades (Gráfico 1).
Gráfico 1
Existencia de oportunidades
(¿Cree ud. que Chile ha logrado generar oportunidades para que las personas puedan:)

¿Cuánto han aprovechado las personas estas oportunidades generadas por la sociedad? Según muestra el Gráfico 2, en el caso de las oportunidades educacionales la mayoría sí declara haberlas aprovechado, aunque en un grado un poco menor que el aprovechamiento de oportunidades para acceder a bienes materiales.
Gráfico 2
Aprovechamiento de oportunidades
(Pensando en su situación personal, ¿ha tenido ud. la posibilidad de acceder a estas oportunidades para:)

De inmediato llama la atención el hecho de que la positiva evaluación sobre la existencia de oportunidades parta estudiar (adquirir capital humano), sin embargo no va a la par con la percepción de oportunidades para tener un buen trabajo (emplear productivamente el capital humano adquirido).
¿Qué puede explicar esta discrepancia?
Pudiera ser que ella se deba al hecho de que un porcentaje significativo de la población (47% en esta encuesta), percibe que las posibilidades de encontrar empleo son hoy “mucho” o “un poco” menores que hace cinco años. Existe pues una evaluación subjetiva de insatisfacción con las oportunidades de trabajo ofrecidas por el mercado laboral.
O bien pudiera ser que las personas no vinculan en su conciencia la educación que poseen con los ingresos que perciben y con el nivel de bienestar material que alcanzan. Mas esta hipótesis debe descartarse, pues cuando se pregunta a las personas cuales son los elementos que mejor explican por qué su situación económica actual es mejor o peor de lo que era antes, en una y otra situación “el nivel educacional que he alcanzado” es elegido como el más importante.
Pudiera ser entonces que aquella discrepancia se deba a que las personas se hallan insatisfechas con el nivel educacional que han alcanzado (el capital humano adquirido), pues éste podría ser considerado insuficiente para desempeñar alguno de los empleos disponibles en el mercado laboral. Sin embargo esta hipótesis debe descartarse también a la luz de los resultados que entrega la encuesta. Sólo un 6% de los encuestados declara estar muy insatisfecho con el nivel educacional que han alcanzado, mientras en el otro extremo un 37% se manifiesta muy satisfecho. Al medio hay un 57% de las personas que expresa un grado intermedio de satisfacción.
En suma, queda aquí planteada la cuestión del vínculo entre educación y trabajo, uno de los aspectos cruciales para el funcionamiento de las sociedades democráticas de mercado. Desde el punto de vista estrictamente educacional, esta cuestión gira en torno a la efectividad de las instituciones educacionales --en todos los niveles-- para formar aquellas competencias que permiten a las personas seguir aprendiendo a lo largo de la vida y desempeñarse adecuadamente en el mercado laboral.
Pobreza, educación y empleo
A pesar de que la sociedad chilena ha logrado disminuir fuertemente la proporción de personas que vive debajo de la línea de pobreza (Mideplan, 2007a), sin embargo la percepción subjetiva de la gente es que la pobreza ha aumentado (32%) o se mantiene igual (44%). Sólo un 24% de los encuestados opina que ha disminuido durante los últimos cinco años. Esta brecha entre las mediciones objetivas, de matemática social, y las vivencias subjetivas, de psicología individual, es un fenómeno bien conocido por la sociología. En cambio, aquí interesa conocer a qué factores las personas atribuyen el hecho de que algunas vivan en condiciones de pobreza. Entre los diversos factores considerados, la “falta de educación” y la “falta de empleo” reciben el mayor número de menciones (33,8% y 23,8%, respectivamente), factores que --como vimos-- se hallan además estrechamente interrelacionados. También los siguientes factores que se
mencionan en orden descendente --“flojera personal” (14,1%) y problemas de “droga y/o alcoholismo” (9,2%)-- pueden relacionarse con la anterior pareja (educación-empleo), contribuyendo a resaltar la importancia que la sociedad atribuye actualmente a la educación como elemento central para el progreso de las personas y para explicar el rezago en sus condiciones de vida.
Al contrario, las personas atribuyen escasa importancia a los factores tradicionales en la explicación de por qué algunos miembros de la sociedad viven en la pobreza. En efecto, la “mala suerte” o el “tener un origen familiar pobre” apenas reciben 0,8% y 4,1% de las menciones, respectivamente. La “poca o nula ayuda del gobierno” y la “política económica” (6,4% y 6,3%, respectivamente) juegan también un papel de incidencia relativamente baja en la explicación que las personas ofrecen sobre “los factores que más influyen para que una persona sea pobre en Chile”.
Nos encontramos pues frente a una paradoja. En general, pareciera ser que la sociedad chilena se ha vuelto subjetivamente más orientada al logro individual y más meritocrática de lo que en realidad resulta ser a la luz de los estudios sobre trayectorias escolares y laborales (Núñez, 2004; Núñez y Gutiérrez, 2004).
En efecto, consultadas las personas sobre los elementos que tienen mayor incidencia a la hora de encontrar trabajo, aquellos que se eligen en primer lugar con mayores menciones son “el esfuerzo” y “la experiencia profesional”, ambos vinculados a la base educacional del capital human. En seguida se eligen “los contactos o pitutos” y “la formación académica”, de nuevo dos elementos que giran en torno a la educación, el primero vinculado a los estudios superiores y el segundo al capital social adquirido a través de la familia y a lo largo de la carrera educacional de las personas.
En cambio, los elementos pertenecientes al polo tradicional --de características heredadas, origen socio-familiar y estatus-- reciben un porcentaje menor de menciones y parecen estar perdiendo importancia en la conciencia colectiva, sin perjuicio del peso que mantienen en la sociedad. Así, entre los elementos que tendrían una mayor incidencia a la hora de encontrar trabajo, sólo una baja proporción de las personas menciona en primer lugar:
“la apariencia o aspecto físico” (5,3%), “el apellido” (1,7%), el “colegio donde estudió” (1,1%) y “la pertenencia a un partido político” (1,0%).
Estamos pues frente a una sociedad que tiende a individualizar crecientemente el mérito y que se vuele meritocrática antes en la subjetividad de las personas que en la estructura y jerarquías de la organización social, el funcionamiento del sistema escolar y la movilidad dentro del mercado laboral.
Estado de la educación, políticas y problemas educacionales
¿Está la educación en condiciones de responder a estas demandas de subjetividad meritocrática y de individualización del esfuerzo que manifiestan las personas?
Por lo pronto, alrededor de un tercio de los encuestados piensa que, en general, la educación ha mejorado en Chile (34%); un 43% que ella se mantiene igual y un 20% cree que ha empeorado. El balance de la sociedad civil respecto de la educación es, por tanto, moderadamente positivo, aunque --como se vio-- más gente está satisfecha (dos tercios) que insatisfecha (un tercio) con el nivel educacional que ha alcanzado.
A su turno, el desempeño del Gobierno Bachelet respecto a “mejorar la educación”, medido en una escala de 1 (muy mal) a 7 (muy bien), recibe más menciones favorables (notas 5,6 y 7 = 44%) que desfavorables (notas 3,2 y 1 = 27%).
En concreto, ¿cuáles son los problemas que la gente detecta hoy en la educación? Ellos pueden clasificarse en tres categorías principales:
i. Aquellos que tienen que ver con políticas y acciones del Gobierno, incluyendo “la mala planificación central que se hace desde el Ministerio de Educación”, “la baja cantidad de recursos invertidos en educación” y su reflejo en “los bajos sueldos de los profesores” (total, 47%).
ii. Aquellos relacionados con la familia y los alumnos; esto es, “la escasa preocupación de los padres por la educación de sus hijos” y “la escasa motivación de los estudiantes” (total, 32%).
iii. Aquellos que tocan más directamente a la escuela, como su “mala organización y gestión” y la “mala formación y capacitación de los profesores” (17%).
Luego, existe una difundida creencia respecto a la idea de que el Gobierno podría mejorar el estado actual y los resultados de a educación, aunque parece reconocerse que también las familias y los colegios necesitan contribuir a este esfuerzo.
Consonante con lo manifestado, la encuesta muestra que, consultadas las personas respecto de “cuáles son las tres áreas a las que el Gobierno debería destinar mayores recursos económicos por su relevancia para el desarrollo del país”, con la primera prioridad aparece educación (38% de menciones), segundo salud (23%), tercero programas de empleo (10%), cuarto pensiones (9%) y, más abajo, seguridad ciudadana (6%), vivienda (5%), justicia (4%), transporte (3%) y, cada uno con un porcentaje menor a este último, defensa y FFAA, infraestructura, medio ambiente y cultura.
Interesantemente, si bien la mala organización y gestión de las escuelas aparece como un elemento de baja relevancia entre los temas que constituyen los principales problemas de la educación chilena, según acabamos de ver, en cambio resultan contundentes las preferencias que manifiestan las personas respecto de quién debería administrar los establecimientos. En primer lugar, con un 70% de las menciones, las personas estiman que los colegios deberían ser administrados por el Ministerio de Educación. Muy por detrás aparecen las preferencias en favor de las municipalidades (9%), los sostenedores privados (9%), los propios profesores como administradores de sus colegios (6%), y las fundaciones de iglesias o empresas (3%). Un 4% no sabe o no responde. Esta respuesta tan mayoritariamente favorable a la administración ministerial contrasta con el hecho de que los encuestados declaran como el mayor problema en la educación de Chile, en primer lugar, precisamente “la mala planificación central que se hace desde el Ministerio”. Parece necesario, por lo mismo, indagar más profundamente en torno a estas preguntas en futuras encuestas, sobre todo ahora que se busca modernizar y reforzar el marco institucional dentro del cual en el futuro deberán desenvolverse los establecimientos escolares.
Escuelas, profesores y elección de los padres
A su turno, cuando se pregunta cuál es el problema más importante de la educación dentro de las escuelas, las respuestas apuntan, en primer lugar, a los ítems relativos a profesores (su “baja preparación académica”, “poca motivación por enseñar, “a menudo faltan a clase”, “se exige poco de los alumnos, hay pocas tareas”; total, 43%); enseguida a los temas de “disciplina y orden en las escuelas” (27%) y de “equipamiento de apoyo como textos de estudio, biblioteca, etc.” (27%). Este diagnóstico coincide con la evidencia proporcionada por la literatura especializada, la cual, en general, subraya la importancia que tiene el buen desempeño de los profesores para la obtención de altos niveles de aprendizaje por parte de los alumnos y el papel clave que posee un clima cultural de orden y disciplina escolares para la efectividad de las escuelas (Brunner y Elacqua, 2003).
Lo anterior tiene especial importancia si se tiene en cuenta que las personas declaran considerar prioritariamente los siguientes dos aspectos a la hora de elegir un colegio para sus hijos: “disciplina” y “formación ética y de
hábitos” (conjuntamente, 31%) en primer lugar y, en segundo lugar, el equipamiento del colegio (26%). Los ítems relacionados con calidad (esto es, “calidad de la instrucción académica” y “enseñanza del idioma inglés”) reúnen un 24% de menciones. Las demás consideraciones tienen un peso menor: cercanía al domicilio (7%), ambiente de las familias del colegio (5%), resultados de las pruebas SIMCE y PSU (3%), formación religiosa (1%). Es interesante notar aquí el bajo valor atribuido por los encuestados a los resultados de los colegios medidos por el SIMCE y la PSU al momento de elegir colegios, incluso entre las personas con mayor nivel educacional.
Conclusión
De los antecedentes analizados, puede concluirse que la sociedad chilena valora altamente la educación y reconoce, ante todo, su importancia económica: para insertarse en el mercado laboral y para superar (o mantenerse por encima) de la línea de pobreza. Las perspectivas individuales de vida y carrera empiezan a ser percibidas como asuntos que se juegan en el campo educacional. La gente reconoce la existencia de oportunidades educacionales, las aprovecha y se siente relativamente satisfecha con los niveles de capital humano que ha alcanzado. Pero manifiesta prevenciones respecto de su valor de cambio, lo cual puede atribuirse a la percepción de que el mercado laboral no genera empleos satisfactorios en la cantidad (o de calidad) suficiente.
Existe, además, una percepción moderadamente positiva respecto del progreso que el país realiza en el sector educacional, y una expectativa realista de que Chile no logrará resolver los problemas del sector hacia el año 2010 (61% así lo piensa). Se atribuye el Gobierno la principal responsabilidad en mejorar la educación y se cree que los colegios deberían ser administrados por el Ministerio de Educación, a pesar de que la gente evalúa en una proporción significativa que el mayor problema de la educación chilena, en la actualidad, se debe a la mala planificación central del Ministerio y a la baja cantidad de recursos invertidos en este sector.
Hacia el interior de los establecimientos, las personas expresan una fuerte demanda de mejor desempeño de los profesores, de orden y disciplina escolares y de mayor y mejor equipamiento.
En suma, las percepciones y opiniones de la sociedad respecto de la educación, tras un período en que la opinión pública ha sido expuesta a un intenso debate --y a diversos diagnósticos de crisis o, incluso, de catástrofe-- manifiestan en cambio una visión matizada de los problemas, demandas claras hacia el gobierno, expectativas realistas y una evaluación bastante precisa de cuáles son las insuficiencias y los desafíos de la educación y de qué se espera de las escuelas.
Santiago de Chile, 15 noviembre 2007.-
Referencias
Beyer, H. (2000) Educación y desigualdad de ingresos: una nueva mirada, Estudios Públicos, N° 77
Beyer, H. (2001) Falencias institucionales en educación, Estudios Públicos, N° 82
Brunner, J. J. y C. Peña (coords.) (2007) La Reforma al Sistema Escolar: Aportes para el Debate. Santiago de Chile: Universidad Diego Portales. Disponible en:
http://mt.educarchile.cl/mt/jjbrunner/archives/2007/05/la_reforma_al_s.html
Brunner, J.J. et al (2006) Calidad de la Educación. Claves para el Debate. Santiago de Chile: Universidad Adolfo Ibáñez y RIL Editores
Brunner, J. J. y G. Elacqua (2003) Capital Humano en Chile. Santiago de Chile: Universidad Adolfo Ibáñez y La Araucana. Disponible en:
http://mt.educarchile.cl/mt/jjbrunner/archives/2005/08/capital_humano_2.html
CEP (2006) Estudio Nacional de Opinión Pública N° 52: Tema especial Educación. Disponible en:
http://www.cepchile.cl/dms/archivo_3905_2059/encCEP_junjul2006_educacion.pdf
Eyzaguirre, B. y C. Le Foulon (2001) La calidad de la educación chilena en cifras, Estudios Públicos, N° 84
Mideplan (2007) CASEN 2006 – Educación. Disponible en:
http://www.mideplan.cl/final/bajar.php?path=casen2006regional&id=Casen_Educacion.pdf
Mideplan (2007a) CASEN 2006 – Pobreza. Disponible en:
http://www.mideplan.cl/final/bajar.php?path=../admin/docdescargas/centrodoc&id=casen2006.pdf
Núñez, J. (2004) Discriminación y meritocracia en el mercado laboral en Chile, Economía y Administración, N° 147. Disponible en:
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Núñez, J. y R. Gutiérrez (2004), Class discrimination and meritocracy in the
labor market: evidence from Chile, Estudios de Economía Vol. 31 - Nº 2. Disponible en:
http://www.trabajoyequidad.cl/documentos/temp/6f998f18-0904-4997-acab-5545340ca62b.pdf
C. Sapelli (2007) A Cohort Analysis of the Income Distribution in Chile. Documento de Trabajo IE-PUC, N° 290. Disponible en:
http://www.economia.puc.cl/index/download.asp?id_publicacion=833
Tokman, A. (2004) Educación y Crecimiento en Chile. Banco Central de Chile, Documentos de Trabajo, N° 289. Disponible en:
http://www.bcentral.cl/eng/stdpub/studies/economiachilena/2005/abr/Vol8N1abr2005pp35
ANÁLISIS DEL TEXTO
Este texto se hizo hace un tiempo atrás (año 2007), ya que estudiosos del tema, profesores, estudiantes, representantes de sostenedores, padres, rectores de instituciones de Educación superior, parlamentarios, etc., propusieron un conjunto de cambios en pro del sistema escolar chileno, y de acuerdo a ésta proposición el Gobierno, los partidos de la Concertación y de la Oposición concordaron y trataron de modernizar la Educación en su marco legal. Pero en estas propuestas, cambios, estudios, no se tomo en cuenta la opinión del común de la gente de este país, y preguntarles: ¿que es lo que piensa la gente de la educación que se está impartiendo?, sobre las oportunidades que existen para estudiar, ¿lo que el Gobierno invierte en Educación se ve reflejado?, etc. Por todo esto, es que la Universidad Diego Portales efectúo una encuesta, para saber el pensamiento de los chilenos con respecto a la educación, a lo que el Sr. Joaquín Brunner nos da a conocer ésta encuesta y nos da su parecer.
Después de esta introducción, paso a hacer mi análisis del tema:
Según este texto, los chilenos opinan que existen oportunidades claras para optar a la educación en este país, para todos los tipos de enseñanza, que la Educación ha llegado a sectores alejados en donde antes no podía cubrirlos, esto quiere decir que ha aumentado la cobertura tanto escolar como de educación superior, y que entre todos los sectores, el de la educación es el que se encuentran las mayores oportunidades, ya que en el sector salud, trabajo, jubilación y otros, están por debajo, y es bastante la diferencia en porcentaje[1]. A pesar de que las personas tienen una muy buena opinión sobre las oportunidades que existen para estudiar, piensa todo lo contrario con respecto a las oportunidades que hay para encontrar un trabajo, y tienen muy claro que en nivel de educación alcanzado tiene directa relación con la situación económica que puedan llegar a tener, la mayoría de la gente piensa que la pobreza se mantiene igual, y que un factor importante que influye en que una persona sea más pobre que otra, es la falta de educación[2], así también la falta de empleo; se mencionan otros factores, pero no de mayor relevancia, con esto queda de manifiesto que existe una directa relación entre nivel de educación y trabajo y que la experiencia profesional y el esfuerzo personal, son lo más importante a la hora de postular a un trabajo; con respecto al como se siente la gente en el sentido de su nivel educacional, se pudo percibir que la mayoría, se encuentra medianamente satisfecho, y un porcentaje un poco menor expresaba que se encuentra muy satisfecho, y fue una minoría que no estaba satisfecho con su nivel de educación alcanzado; pero tiene la percepción que es el Gobierno (Ministerio de Educación) el principal culpable de las falencias de la Educación en Chile, tanto en los recursos mal distribuidos, como la poca fiscalización a las escuelas y profesores, y que es el Gobierno el que puede revertir ésta situación, pero también, se necesita el apoyo del hogar y de los establecimientos educacionales, en cuanto a estos, se deben fiscalizar mejor, se debe cambiar el modo de actuar de los profesores, motivar más al alumnado y profesorado, mayor exigencia y disciplina a padres, apoderados, alumnos y profesores, aumentar la dotación de material adicional para llevar a cabo las clases y una mejor preparación y capacitación de los profesores[3]. La mayoría de la gente opina que los establecimientos deberían pasar a ser administrados por el Ministerio de Educación, pero si miramos las opiniones anteriores, sobre la responsabilidad del Gobierno (Ministerio) en las falencias de la educación, se contradice totalmente, por lo que se seguirán haciendo encuestas para tener en cuenta la percepción de la gente en torno a la Educación en Chile.
APORTES PERSONALES
(Ejemplo de la vida real con respecto al texto)
Yo concuerdo con lo que se habla en este texto, ya que tengo una hija en una escuela municipalizada de Viña del Mar, y creo que falta bastante equipamiento en cuanto a infraestructura del local como en equipamiento tecnológico para el apoyo de la enseñanza, y falta una fiscalización más acabada del Ministerio hacia el sostenedor.
Para mi no fue difícil matricularla en esa escuela, aunque habían un montón de colegios y escuelas a las que podía optar, pero a mi me gustó. Ahora yo espero en la enseñanza media matricularla en un establecimiento que tenga un nivel de enseñanza mucho mejor para que ella pueda llegar bien preparada a dar la PSU, y estudiar en la Universidad, ya que en estos momentos sin un título profesional son escasas las posibilidades de surgir en la vida, y optar a un nivel de vida mejor económicamente, y ojalá sea una institución de estudios superiores de prestigio, ya que, a la hora de buscar trabajo influye bastante, en donde se estudia, y el nivel académico alcanzado.
Espero que mi hija no tenga muchos problemas para lograr llegar a la Universidad, aunque no creo, ya que ahora se ofrecen muchas ayudas para poder optar a una carrera universitaria, ya sean becas, créditos, etc. También espero que no le cueste mucho encontrar trabajo cuando llegué ese momento, ya que, se da mucho el caso que los jóvenes se sacan la mugre estudiando, y no encuentran trabajo en su especialidad y eso es bastante frustrante, por lo que estoy de acuerdo en lo que refleja la encuesta con respecto a que tengo la percepción de que cuesta más encontrar trabajo que estudiar.
Puedo concluir que estoy de acuerdo con la percepción que tiene la gente con respecto al tema de la educación en nuestro país, en todos los aspectos, pero espero que el Gobierno haga un mayor esfuerzo para que esto mejore, aunque no desmerezco todo lo que se ha alcanzado hasta ahora, que es mucho, pero todavía falta.
Termino este trabajo, diciendo que como apoderada y estudiante trataré de hacer un esfuerzo para contribuir a que esto cambie, tratando de incentivar a mi hija para que estudie más, para que me diga cuando haya alguna irregularidad en la escuela; tratar de introducir en la comunidad escolar el hecho de que se debe exigir que mejoren las condiciones en que se efectúan las clases, y que arreglen los computadores, ya que están malos desde hace bastante tiempo. Yo del lado del estudiante, esforzándome por ser una profesional, y encontrar trabajo en lo que estudié, para cambiar la percepción de la gente-.
[1] 3ª Encuesta Nacional UDP, Facultad de Ciencias Sociales e Historia, 2007.
[2] www.educarlibre.cl/ blog de Asociación Civil Cultural
[3] ¿Qué tienen de diferente los profesores chilenos y los mejores del mundo?; Pamela Aravena y Matías Bakit. Diario El Mercurio, 25 Noviembre 2007.
AUTOEVALUACIÓN
RUBRICAS/PUNTOS
1 Presento un texto que trata los temas desde una perspectiva educativa y es de mucho interés. (esto por que todos mis compañeros y compañeras están invitados a leer mis textos y comentarios). 5 puntos
2 Presento un texto que tiene una extensión mínima de al menos el equivalente en Word a 3 hojas de oficio. (el máximo no está regulado). 5 puntos
3 La presentación la he realizado de tal manera que sea de fácil lectura (respecto al color, tamaño y diseño de la letra) y se puede distinguir con claridad, en la presentación, el texto de mi análisis. 5 puntos
4 Le he incorporado al texto algunos gráficos o dibujos o fotografías alusivas al tema tratado, pues considero que esto invita a una lectura más amena y denota más interés por parte del o la autora del blog (y he incorporado mi propia fotografía). 5 puntos
5 Inicio mi análisis planteando como yo entiendo lo desarrollado por el autor (parafraseo)
4 puntos
6 Durante el análisis planteo con claridad mis planteamientos, críticas, puntos concordantes o discordantes con el autor/a. 4 puntos
7 Durante el análisis utilizo frecuentemente el recurso “citas de otros autores” para reforzar lo que he planteado yo, o algún punto que considero importante tratado por el autor del texto
4 puntos
8 Las citas que utilizo son de diversas fuentes, tales como, otros autores buscados por mi, autores o ideas tratadas en clases, citas de presentaciones o disertaciones de mis compañeros, citas de artículos anteriores, etc. 4 puntos
9 Realizo en mi análisis aplicaciones o referencias a nuestra realidad educativa si es un texto extranjero, o a realidades educativas que yo he vivenciado para explicar con un sentido contextual el texto presentado. 4 puntos
10 En el último punto del análisis presento una síntesis de lo que he querido expresar, a modo de conclusión. 4 puntos
Suma parcial de puntos de cada columna: 44
Mi suma total de puntos, según la suma parcial anterior, es de 44 puntos
La nota de mi autoevaluación es: 6.2
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